Retratos GLSL FULL DOME

Este proyecto aborda la percepción del ser humano en la contemporaneidad, observa la evolución de la percepción, permeada por la tecnología y el retrato como género, visto  desde los  nuevos medios de captura de imagen, una ontología visual en la deconstrucción de la imagen del ser humano.  La implementación de estas nuevas técnicas redefine el retrato, en una observación donde se desplaza la importancia, del retratado por el concepto de máscara y disolución del ser humano tecnológico.

Contemporáneamente la cultura está definida por los medios y la tecnología. Este proyecto observa una visión contemporánea del retrato y su concepto evolucionado, post humano, definido por la nuevas tecnologías de captura, construido con imágenes generadas a partir en escáners 3D, cámaras de profundidad y nubes de puntos y la implementación de shaders GLSL, que emulan sistemas análogos de video. Visualmente expresa la volumetría de la imagen a partir de planos monocromáticos, a manera de lineas vectoriales, campos de video que construyen la imagen en una poética que observa, rememorando el video low-fi.

Este proyecto es una amalgama de técnicas digitales, que construyen un lenguaje híbrido entre tecnología y la plástica del quehacer artístico tradicional teniendo diferentes visiones o estados, en piezas de matrices de grabado, corte láser y ensambles de plexi glass, video mono canal y full dome 360.

Esta obra reflexiona acerca de los límites de la percepción y cómo construimos la imagen en nuestro cerebro; la creación de imágenes foto realistas a partir de formas muy básicas, rememorando el arte óptico y hasta el impresionismo, en la construcción de la imagen a partir de la luz reflejada.

Temáticamente, el retrato es un reflejo de la época en que se ejecuta, es un género que he explorado a lo largo de mi carrera artística, en diferentes técnicas y momentos. Este proyecto parte del mundo del video, rebasando sus límites y transcribiéndose a la realidad, como una especie de rompecabezas que forman la imagen a partir de lineas, campos de video, vectores distorsionados, que describen el cuerpo deshumanizado, la máscara digital que diluye la personalidad, en su reflejo de las redes sociales y la vida digital que poco a poco es columna vertebral del ser social.

Una visión del retrato vista desde el post humanismo, donde el sujeto se desplaza y se centra en la especificidad de la técnica, hablando del retrato como género contemporáneo más vigente que nunca.